martes, 29 de diciembre de 2015

Cerramos el 2015, y abrimos el 2016

Que me gusten los números pares antes que los impares creo que ha influido en lo que me ocurre cada año. A lo largo de mi vida los años impares fueron los peores. Pocos han sido los que me han gustado y los que lo haya pasado bien. Si tuviera que elegir uno sería el 2011, sin dudarlo, pues me ocurrieron varias cosas que prefiero no recordar jamás, pero los recuerdos siempre reaparecen. 

En cambio los años pares siempre han sido buenos años para mí. Creo recordar algún mal año par escondido por ahí, pero en general son años de bonanza y de grandes momentos. No tengo queja alguna, mas hay algunos pares que no fueron tan perfectos como debería haber sido.

Acabamos el año 2015, el cual debería ser un año de mala suerte. Y sí, lo he dicho en condicional, porque no ha sido malo en realidad, pero tampoco bueno. Ha sido una mezcla bien complicada de momentos amargos y dulces. Agridulce podría llamarlo, pero tampoco me atrevo a denominarlo así.

Cuando acabé el 2014, cambié en muchas cosas para el 2015. Mi actitud cambió bastante, y esa timidez que siempre me había caracterizado la perdí parcialmente (todavía tengo bastantes matices, pero no tardo tanto en coger confianza como antes), la vergüenza la he ido perdiendo, y ahora me atrevo a decir todo lo que pienso sin que me salten treinta a mí. Si recuerdo con cariño este año es por dos sucesos principales. La primera es mi salida del armario con mis amigas, las cuales hicieron que me sintiera mucho más liberado, no tan oculto. Gracias a ellas por ese fantástico día de febrero (sí, me acuerdo del mes y todo). Lo segundo fue mi experiencia de intercambio en Francia. Conocí a gente maravillosa, visité una región preciosa del noroeste de Francia y mejoré bastante mi francés. Conocí mejor a otras personas, y mejoré mi relación con otras, pues o había perdido relación o tan sólo me llevaba o me llevaba algo bien. La experiencia y la compañía fueron muy agradables, y jamás me olvidaré de aquello. Ni de la gente.

Pero al igual que ha habido partes buenas en el año, que fueron dulces, también hubo momentos muy ácidos y amargos. Hubo alguna gente (por no decir persona) que me hizo bastante daño. Y no sólo a mí, sino a mis amigos y amigas, a mi hermano y a mi familia. He visto bastante sufrimiento, peleas sin sentido, que lo único que hacían era hacerme sentir como la mierda, como alguien dividido que sabe que no puede hacer nada. Momentos que debieron ser geniales no lo fueron como deseé, aunque por suerte hubo cosas que hicieron que aquéllos no fueran malos del todo, sólo muy imperfectos. Pero sí que hubo momentos que no pudieron arreglarse, y que jamás se me borrarán de la cabeza. Y sé que jamás recibiré ni disculpas ni nada. Ni un mísero "perdón".

Este año me he equivocado mucho en mis decisiones. Vale que por fin he podido pensar y decir lo que quisiera, como hacen todos, pero me ha pasado factura por llevarlo a un extremo radical. También algunas decisiones las he tomado muy mal y me han pasado factura, pero que por suerte se han podido solucionar y ahora puedo estar muy tranquilo. Para ésos es fácil pasar página, pues a la hora de la verdad no me afectan en el presente.

2015 lo he vivido muy acompañado, pero eso no significa que la enorme compañía sea buena. Como ya lo he dicho antes, hay "gente" que hizo bastante daño a los que me importaban y a mí, y que dudo mucho que le pueda volver a perdonar. Ojalá pudiera decir, pero me recomiendan que no. Y visto lo visto, mejor me callo para este 2016 (si es que puedo). Durante todo el año se ha ido gente, a la cual algunos echaré de menos y a otros no, aunque con muchos sólo tenía una relación cordial y de buen rollo. Yo les deseo todo lo mejor para el 2016 y para el resto de su vida; a lo mejor los puedo volver a ver o no.

Pero también hubo entradas, algunas muy recientes y otras no tanto. Sea como fuere, por redes sociales, cara a cara o lo que sea ha entrado gente nueva que espero que sigan conmigo el próximo año, y si es posible varios más. Otros son los de siempre, que han estado tanto tiempo conmigo y que espero (y deseo) que sigan a mi lado, porque yo seguiré a su lado. Otros reaparecieron en mi vida, y es muy agradable volverlos a tener aquí, y espero que para el próximo año sigan. Y luego hay alguno que ya tiene una pierna fuera de ella, y ojalá pueda salir de mi vida completamente este año par de la buena suerte.

Dicho lo dicho, espero que el 2016 sea otra página más llena de aventuras, y que la mayoría sean positivas. Sí, digo la mayoría, porque es inevitable que en alguna ocasión pueda vivir un mal momento. Este capítulo se tiene que cerrar, queramos o no, y comenzar uno nuevo. Quiero que en el 2016 siga madurando, formándome, viviendo experiencias y conociendo a gente nueva. Quiero vivir este capítulo, este año.

Y por todo eso, ha sido un placer 2015 por haber vivido tu año, pero ahora hay que ceder el paso a 2016. Adiós, y hola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario