lunes, 29 de junio de 2015

Reseñas: Historia de una escalera (Antonio Buero Vallejo)

Datos
Título: Historia de una escalera
Título original: Historia de una escalera
Autor: Antonio Buero Vallejo
Año: 1948
País: España
Género: Teatro, comedia
Páginas: 157
Puntuación: 8

Sinopsis
En una escalera de vecindad se entrecruzan durante treinta años las vidas de varias familias. Son personas sencillas, madres y padres que se preocupan del bienestar de sus hijos, jóvenes que anhelan cambiar el mundo y caen en las redes del amor, ancianos que temen una jubilación sin recursos...

Sus aspiraciones, sus inquietudes, sus penas destellan fugazmente ante nuestros ojos en un escenario que es simplemente un lugar de paso. Pero en la obligada brevedad de sus diálogos percibimos la hondura de sus sentimientos y pesares, las humanas contradicciones que los abruman y la falta de coraje con que afrontan sus vidas.

Y es que los seres que suben y bajan por la escalera a la que parecen encadenados se muestran, como en tantas tragedias, incapaces de asumir la verdad de sí mismos y, haciendo uso de su libertad, toman decisiones equivocadas: en ello radica el desgraciado destino que contribuyen a forjarse pero también la esperanza de que otros aprendan de sus errores y alcancen la felicidad

Opinión
No es difícil en España encontrarse diversas series que hablen de la vida y la convivencia de varios vecinos en un edificio o un barrio de periferia de Madrid. Ejemplos tenemos tanto a Aquí no hay quien viva como Aída, comedias consideradas como las mejores jamás vistas en la historia de la televisión española. Y claro, no es de extrañar que es posible que esas series tengan como referencia esta obra teatral.

La situación se desarrolla, al igual que las series, en un edificio de Madrid. Aquí conviven vecinos que, como es de suponer, se conocen bastante bien entre ellos. Se muestran los cotilleos de las vecinas más ancianas, los amores juveniles, los padres llevándose mal los unos con los otros,..en fin, lo que cualquiera puede encontrar actualmente en su urbanización, o en el pueblo mismo. 

La novela se desarrolla con periodos de tiempo. El primer año ocurre en 1919, mientras que el segundo ocurre diez años después, y el siguiente veinte. En estos actos nos van contando lo que está ocurriendo, lo cual hace que el lector se haga una idea muy fácil de lo que ha pasado en ese lapsus de tiempo. El escenario es el mismo, un simple rellano y una escalera; lugares donde los vecinos realizan la vida social. En ningún momento se muestra lo que ocurre en el interior de las cinco casas, aunque podemos obtener la información de los propios personajes.

La obra es bastante curiosa, puesto que el argumento es un círculo donde el punto donde se inicia la novela es el mismo que donde acaba, aunque eso sí, posee un final abierto. La obra, a su vez, guarda una profunda reflexión sobre la sociedad española de principios del siglo XX y su "evolución" a lo largo de cerca de treinta años. Se puede observar que prácticamente esa evolución es nula, en base también a los grandes cambios políticos que hubo entonces y el pensamiento de la gente. Curioso es que los jóvenes revolucionarios y mujeriegos del principio se vuelvan prácticamente como sus padres al final de la obra y, como no, sus hijos son exactamente igual que ellos. Conociéndolos, pienso que tal vez ese final abierto no es tan abierto. Personalmente, tengo una idea clara de lo que le pasará a Fernando hijo y a Carmina hija si siguen siendo iguales a sus padres cuando eran jóvenes.

domingo, 28 de junio de 2015

Reseñas: La casa de Bernarda Alba (Federico García Lorca)

Datos
Título: La casa de Bernarda Alba
Título original: La casa de Bernarda Alba
Autor: Federico García Lorca
Año: 1936
País: España
Género: Teatro, drama
Páginas: 288
Puntuación: 10

Sinopsis
Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que vayan de fiesta y vivan su vida. Cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano. El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente enamora a Adela, la hermana menos, quien está dispuesta a ser su amante.

Durante un encuentro clandestino de los amantes, María Josefa, la madre de Bernarda que mantienen encerrada por su locura, sale con una ovejita en los brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades. Cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, pero éste se escapa. Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante ha muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda dice que Adela murió siendo virgen para guardar apariencias y exige el silencio y el luto, exactamente como comenzó en la obra.

Opinión
La casa de Bernarda Alba la podríamos considerar como una obra clave de la Literatura de principios del siglo XX en lengua castellana, traída de la mano del que es uno de los mejores escritores de la Generación del 27: Federico García Lorca. Se trata de una obra dividida en tres actos, todos desarrollados en un mismo escenario e interviniendo sólo mujeres, a excepción de Pepe el Romano, pero éste en ningún momento aparece en la obra a pesar de ser un personaje clave para el desarrollo de esta misma. 

En primer lugar, hay que destacar que la obra es un claro reflejo de la época de entonces. Una época marcada por el conflicto entre el conservadurismo que intervino en España durante varios años y el pensamiento abierto y social que surgió por aquel entonces. Ambientada y escrita a finales de la II República y antes del comienzo de la Guerra Civil, narra la que sería una futura guerra entre estos dos pensamientos.


Considero que los personajes es lo que más hay que destacar de esta obra. En la historia sólo intervienen mujeres, las cuales son Bernarda Alba, la cual es la madre recientemente enviudada que coge el papel de hombre en la casa. Posiblemente es el personaje más masculino que existe, a su vez el que tiene mayor pensamiento conservador. 

Nos encontramos también con sus cinco hijas, las cuales cada una tiene una personalidad muy diferenciada, tanto contra la madre como contra el resto de hermanas. La que más hay que destacar es Adela, la menor, la cual es la que tiene un pensamiento mucho más abierto y cuestiona siempre el pensamiento tan cerrado del resto de personajes. Esta característica sería una de las múltiples razones para su trágico destino. 

Las criadas, especialmente Poncia, es otro de los personajes clave en la novela, puesto que éstas en ningún momento gozan de buena simpatía con la matriarca de la familia, a pesar de que en el fondo desean tener cierto cariño. Cuestionan en todo momento la autoridad de la madre y el pensamiento de ésta.

Posiblemente el personaje más camuflado sea la madre de Bernarda, María Josefa. Sus pocas apariciones en la obra se muestra como una anciana algo ida de la cabeza, que lo único que hace es dar unos pocos momentos cómicos en la obra criticando tanto a la madre como a las hijas, cuando en realidad esos momentos sólo sirven para advertir tanto al lector como a los personajes del destino que les espera al final de la obra. Ella, por muy irónico que suene, es la única que de verdad posee cierta inteligencia en toda la obra, y que de verdad sabe lo que ocurre en toda la familia. y la sociedad del pueblo.

El resto de personajes no son más que vecinos del pueblo, que muestran su odio, envidia e hipocresía en sus relaciones con la familia de Bernarda Alba. A su vez, son claros ejemplos de la sociedad en la España Profunda de entonces.

Como tema principal, resalto la tradición y el sentimiento conservador durante el siglo XX, y a su vez de la represión de la mujer y rebeldía de ésta, representada por Adela. Otros temas a resaltar son la envidia, el odio, la hipocresía, el amor y el dinero. Sentimientos que, al encontrarse, condujeron a una familia a un destino trágico e injusto.

martes, 23 de junio de 2015

Reseñas: El Símbolo Perdido (Dan Brown)

Datos
Título: El Símbolo Perdido
Título original: The Lost Symbol
Autor: Dan Brown
Año: 2009
País: Estados Unidos
Género: Novela, suspense, policíaca
Páginas: 608
Puntuación: 5

Sinopsis
¿Existe un secreto tan poderoso que, de salir a la luz, sea capaz de cambiar el mundo? El experto en simbología, Robert Langdon, es convocado en Washington inesperadamente por Peter Solomon, un masón, filántropo y antiguo mentor suyo, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos.

Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

Opinión
Últimamente no he publicado demasiado, puesto que los exámenes finales han ocupado todo mi tiempo, y me era imposible dar un poco de mi tiempo al blog. Por suerte comienza el verano, lo cual me dará más tiempo para escribir, leer y publicar en el blog. Y dejando a un lado este tema, comencemos con la reseña.

Escribo esta reseña no siendo la primera vez que me leo este libro, sino siendo éste una relectura. Me lo habían mandado en biología para realizar un trabajo (sorpresa para mí, porque pensaba que me mandarían Ángeles y demonios), y tampoco es que tuviese demasiada ilusión de volver a leerlo, puesto que la primera vez que lo leí no me llego tanto como el anteriormente citado. Y en esta segunda vez que me lo leí pude confirmar lo aburrido y tedioso que es, e incluso me atrevería a decir que mi impresión fue a peor.

La principal desventaja del autor es que sus libros están bien, siempre y cuando leas un par de ellos, pues el resto suelen ser de temática demasiado similar. Y no, no quiero decir que sean del mismo estilo puesto que otros autores como Stephen King suelen centrarse en un par de estilos, en su caso terror y misterio, pero que siempre tiene diferentes historias para atraer al lector y diferentes entre sí. Con Dan Brown el fallo que le veo a su "saga Langdon" es que suele tratar los mismos temas, mezclándolos incluso. Ésta es la principal razón por la cual se me hizo muy largo, tedioso y cansado (también es verdad que no me suele gustar leer cuando me lo mandan).

A parte, durante el argumento, las partes de acción están más alejadas entre sí que en sus anteriores novelas, a parte de una complejidad un poco mayor para entender los enigmas que te vienen, lo cual hace que te pierdas muy fácilmente. Alguna que otra sorpresa había, pero el resto era muy obvio. Y en cuanto al "Símbolo Perdido" mencionado, sólo diré que fue bastante decepcionante.

Y con esto termino la reseña del que, para mí, es el peor libro de Dan Brown. 

sábado, 20 de junio de 2015

Esos cambios tan (des)agradables

Lo reconozco. No me gustan los cambios, por muy positivos que sean. Lo sé, es algo raro que algo positivo para mí no me guste, pero soy así de raro. A veces siento que muchas cosas deberían ser como antes. Pienso que era mucho más feliz en anteriores momentos de mi vida que en éste. Antes todo era más sencillo, pues no me preocupaba por nada. Ahora todo eso no existe.

Y es que ya ha pasado un curso entero; en cuatro meses ya habré empezado el bachillerato, comenzará mi época de estrés fuerte sumado a un montón de discusiones por la presión de los estudios. Luego seguirá algo mucho peor, la Universidad, que será mucho mas agobiante y tendré mucha más presión que nunca. Y al acabar tendré que buscar un trabajo (si es que lo consigo) y estaré, con suerte, cincuenta años con él. Y mientras todo esto pasa vienen nuevas personas y otras dejan mi vida, jamás las volveré a ver. Los majos se irán y los gilipollas se quedarán. Eso sí, siempre estaré viviendo sólo conmigo mismo. Lo tengo jodido, pues hay muchas cosas que no me gustan de mí.

A lo mejor he exagerado en lo que he dicho sobre mi futuro, no os lo niego, pero tampoco niego que esto sea una base de lo que va a ocurrir. Pero para eso están los cambios ¿no? Vale, ahora estoy insinuando que los cambios son buenos cuando hace un párrafo antes estaba diciendo que no me gustaban. Ya he dicho que soy un poco raro, a veces pienso una cosa en caliente y hasta que no se enfría no lo miro de otra forma. Aunque sé perfectamente que al cabo de un rato volveré a pensar lo primero, y así sucesivamente. 

Reconozco que este curso sí que ha habido cambios agradables, aunque para conseguirlo haya tenido que pasar por situaciones desagradables que espero que se me olviden, aunque me temo que eso jamás ocurrirá. Pronto comenzaré un nuevo curso, un nuevo nivel, una nueva etapa de mi vida. Justo después de estos tres meses de descanso más que merecido, aprovechando las mejores compañías y momentos. Volveré a sufrir cambios que me gusten o no, aunque intentaré verlos de manera positiva. Quiero que me gusten los cambios.

miércoles, 3 de junio de 2015

Sí, esta mierda

No me gusta llorar. Odio llorar, pero he de hacerlo, porque luego exploto a la mínima y sé que será peor. Pero cuando quiero llorar, no puedo hacerlo; siempre acabo estallando por cualquier cosa. Irónico es que esté criticando el hacer eso cuando yo lo hago, pero es que no puedo evitarlo.

Siempre me ha pasado. Jamás he querido llorar en público, me veía muy ridículo, pero pienso que ahora estoy haciendo más el ridículo guardando todo lo que siento y expresarlo a la semana, al mes,...o incluso en varios años. No quiero, pero no puedo dejarlo. Es como una droga, pero mucho peor, creédme.

Pienso que ya da igual. ¡Qué coño!, ya me da igual todo. Me desahogaré cuando quiera, total, a nadie le importa. Siempre haciendo feliz a los demás, y nadie mueve un dedo por la mía. Si quiero decir algo por la calle lo diré. Si quiero llorar en casa lloraré. Y lo odio, pero ya qué más da. Y esta mierda es lo que más odio.