El 27 de noviembre, una semana con retraso respecto a otros países, llegó a todos los cines de España la última película de la saga Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte II. Aunque mientras la mayoría, yo ya la vía una semana antes jejeje
Al principio, evidentemente, quise ir el día del estreno con unas amigas. Pero una de ellas, quien es muy fan de la saga, descubrió una oferta que se realizaba en varios cines de Madrid (y creo que de toda España) en la cual pagabas más pero veías Sinsajo Parte I y Sinsajo Parte II. Me pareció buena idea, aunque la entrada pudiera costar cuatro euros más, pero es que no podíamos esperar una semana más, así que la pudimos ver el 20 de febrero.
En total fuimos seis personas, y vimos tanto la primera como la segunda parte. Y digo esto porque había gente que había comprado la entrada SÓLO para ver la segunda parte, lo cual era bastante estúpido. Se gastaron cuatro euros más por ver una película que en una semana la podías ver por menos. Nosotros no sólo compramos para ver la segunda, sino también para ver la primera y poder disfrutar de la noche del Sinsajo.
Pero bueno, ante todo fue una gran noche. Disfrutamos muchísimo, pues en esa noche se acabó toda nuestra saga, la que nos marcó muchísimo durante la adolescencia. Ese día, además, fue de los pocos que disfruté verdaderamente, con los que yo quería, sin nadie que me hiciera sentir mal. No significa que el resto de días en que vi Los Juegos del Hambre lo pasara mal, pero siempre hay gente que intenta que esa noche no la disfrutes.
Lo mejor fue la sensación final cuando la terminamos de ver. Como he dicho antes, fue el fin de esos momentos. Era una sensación totalmente gratificante, porque ya se había acabado, pero siempre íbamos a tener en nuestras mentes esos grandes momentos, que jamás nadie me los va a quitar.
Recordad: ¡Felices Juegos del Hambre, y que la suerte esté siempre de vuestra parte!
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