Título: El fuego en el que ardo
Título original: El fuego en el que ardo
Autor: Mike Lightwood
Año: 2016
País: España
Género: novela, juvenil, novela LGBT
Páginas: 379
Puntuación: 10
Sinopsis
Ser gay puede complicarte mucho la vida.
¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay? ¿Estar rodeado de compañeros modernos en el instituto que te quieren como eres? ¿Padres que te apoyan incondicionalmente?
Todo mentira. La realidad no es ésa. Al menos, no la del protagonista de esta historia, que vive un auténtico infierno por culpa de aquéllos que no lo aceptan como es. Pero cuando las cosas se complican de verdad, conoce a un chico de ciudad con una visión del mundo completamente distinta. Con su ayuda, deberá escoger entre dejarse consumir por las llamas de quienes lo odian o renacer de sus propias cenizas.
Opinión
En esta reseña hablamos de la que es la primera novela del autor Mike Lightwood. Una novela de corte juvenil que toca un tema que, trágicamente, está en primicia todos los días: la homofobia. Y el autor consigue que se refleje toda esa realidad en casi cuatrocientas páginas.
La historia que nos relata es una historia terriblemente real. Una historia que, en este momento y mientras escribo estas líneas, están sufriendo miles de adolescentes en Occidente. En países que teóricamente son "tolerantes" y "civilizados", donde cualquiera puede ir de la mano con su pareja sin recibir a golpes las palabras MARICÓN o BOLLERA. Y recalquemos que eso ocurre en los países de occidente: pensad ahora en países donde se castiga la homosexualidad o la "propaganda gay" (no me gusta nada ese término, pero lo escribo para que todo el mundo entienda a qué me refiero).
Cada palabra escrita, cada capítulo encuadernado, no son más que reflejos de los golpes que el protagonista llega a sufrir en prácticamente cada capítulo. Llegas a meterte profundamente en su piel, seas de la orientación que seas y tengas la identidad que tengas. Comprendes todo lo que sufre Óscar, lo sientes, lo padeces. Personalmente, me llegó a costar leer algunas partes. Tenía miedo de la realidad que contaba y que se silenciaba.
Pero había algo que se escondía entre las líneas del texto: la esperanza. Una esperanza reflejada en muchos personajes, en muchas situaciones del libro, que hacía que me alegrara de lo que leía. Veía que la esperanza debía ser lo único que no debía perderse. Que a pesar de leer un capítulo en el cual todo acababa en desastre, deseabas leer el siguiente para ver si acababa bien. Todo ello sumado a que cada capítulo comenzaba con la letra de alguna canción (recomiendo leer cada capítulo con su canción mencionada).
Justo cuando acabé de leer el libro, lo cerré y me quedé completamente quieto. No sabía que reacción debía tomar, pues había sufrido muchísimas emociones a medida que lo iba leyendo, igual que el protagonista. Como si la historia leída fuera mi historia. Acabé sonriendo, a punto de llorar. El libro acaba de convertirse en uno de mis favoritos, principalmente por la dureza de la trama y el rayo de esperanza que soltaba en cada capítulo.
El día de la Feria del Libro de Madrid fui a que me lo firmara. Cuando me encontré frente al autor nos saludamos cordialmente. Yo iba acompañado de una amiga que había tenido el gran detalle de acompañarme mientras el resto del grupo iba a buscar a otro autor. Le di el libro parea que me lo firmara, y entonces comenzamos a hablar. Me comentó que le sonaba mucho mi cara, pero no sabía de donde, lo cual me extrañó, porque yo no le conocía de nada. Fue una conversación muy cordial y amistosa.
Cuando le pregunté sobre cómo comenzar a publicar un libro, me dijo que empezarlo sería muy difícil, pero que no debía dejarlo bajo ningún concepto. Finalmente acabamos haciéndonos una foto los dos juntos, y me dejó un bonito mensaje en el libro. La verdad es que fue un gustazo verle y conocerle, y ojalá volvamos a vernos en persona.
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