Te invito a que hagamos algo. A que nos atrevamos. Te invito a pasear conmigo por las calles de Madrid, mientras los últimos baños del Sol bañan la ciudad.
Paremos ahí, justo ahí. Donde los jardines de Sabattini. No hay casi nadie, y el Sol aún no quiere irse. Está esperando, pero, ¿a qué?
Quedémonos quietos. Justo aquí. El escenario perfecto. Mírame. Te miro. No sabemos qué decir, de qué hablar. Pero nuestras miradas siguen ahí.
Acerquémonos un poco más. Y otro poco. Y otro. Cada vez más cerca. Sí, justo ahí. Que el momento dure lo que tenga que durar, pero que sea un momento para recordar toda la vida.
¡Vaya! El Sol ya se ha ido. Y ahora es la Luna la que ilumina Madrid, nuestro escenario. Pero quiero que esto siga, contigo, a tu lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario